Además de una curiosa palabra, los acrósticos son un ingenioso juego de palabras que consiste en que, a partir de las letras iniciales, intermedias o finales de los versos, leídas verticalmente, se construyan nuevas palabras o frases:
Paso a paso te digo
Alzo la voz para que me oigas
La idea que habita en mi mente hoy,
Abren las puertas de mi entendimiento
Busco y busco con ímpetu aquellas ideas para poder deciros… pero déjame expresar que
Rara vez me volverás a oír decir lo que mi corazón calla. Por eso
Al menos escucha una vez, pues no se volverá a repetir…
Motivos me sobran,
A pesar de los años,
Para creer que,
Aprenderé algo nuevo.
Jugar con las posibilidades es muy divertido; ya que éstas son infinitas, uno no puede llegar ni a imaginarlas todas, siendo éste algo mucho más que elocuente; y desde la Horda del os retamos a comentar esta entrada haciendo gala de acrósticos de cosecha propia, ya que, es muy difícil lograr construir un acróstico óptimo, pero, una vez se empieza es mucho más sencillo. ( Podéis comprobarlo en las últimas cinco líneas)
